dilluns, 19 de maig del 2008

Metodologías


A la tercera va la vencida (o sea, tercera "tasca")

Y aquí estamos de nuevo, que aún no me ha dado tiempo a digerir la entrada anterior (no hablemos de la wiki…) y ya estoy con la tercera. ¡Pero que no cunda el pánico! (aunque si ahora citara la peli de Aladdín tendría que decir “Sí cunde el pánico”… pero no la citaré :P). Hoy hablaremos sobre las metodologías (¿cada maestrillo tiene su metodologiílla? Mmm va a ser que no) e intentaré describir mi experiencia en la EL en éstas.

Mi experiencia con las metodologías

Supongo que ya lo habrá comentado más gente, pero es difícil decir qué metodología seguía cada uno de nuestros profesores, sobre todo porque, por lo que he podido ver, casi ningún profesor adoptaba una sola metodología y la aplicaba durante todo el curso, sino que hacíamos ejercicios tras los que se escondían diferentes metodologías. Por ejemplo, recuerdo a un profesor que tuve en la academia de inglés a los 16 años. Normalmente el profesor prefería combinar la comprensión lectora con los aspectos gramaticales, sin embargo, cuando sólo una persona iba a clase (lo que no resulta tan raro si tenemos en cuenta que en total éramos tres alumnas matriculadas, y dos estaban acabando el bachillerato), el profesor optaba por un método directo, de manera que dedicaba esas clases a la conversación oral para hablar de temas de la vida cotidiana. Respecto al rechazo a la lengua materna de las alumnas en la clase, la cosa no era muy complicada: el profesor no tenía, como se diría coloquialmente, ni papa de español (aunque, para nuestra mala suerte, aprendió bastante rápido, de manera que ya no podíamos comunicarnos en “código clave” entre nosotras :P). La verdad es que tengo muy buenos recuerdos de aquellas clases. Creo que durante aquel año aprendí mucho más inglés del que podía aprender en las clases del instituto, en las que los profesores se decantaban por otros métodos más típicos: explicar gramática, hacer ejercicios de rellenar huecos, leer un texto, contestar unas preguntas tipo test, hacer un listening, contestar más preguntas tipo test, poner cera, pulir cera…

Pero si tengo que escoger un método que destaque tanto como por lo atractivo que resulta como por su efectividad, al menos a partir de mi experiencia, mencionaría, sin lugar a dudas, el método de la inmersión lingüística. Como la mayoría de mis compañeros y compañeras, he tenido la oportunidad de realizar un “fantabuloso” Erasmus. Además, el verano pasado pude realizar un curso de francés en Niza. Creo que el hecho de encontrarte en el propio país donde se habla la lengua que estás estudiando es un incentivo estupendo para querer saber más y más sobre esa lengua y esa cultura. De todas formas, al decir esto no creo estar rechazando otros métodos, porque defiendo que, en función de tus objetivos como aprendiz de una lengua, es preferible un método u otro. Además, la inmersión lingüística tiene una gran desventaja: €€€; y es que poderoso caballero es…el euro, en nuestro caso.

Para finalizar con el tema de los métodos, me gustaría decir que, aunque nunca haya asistido a ninguna clase de EL elaborada a partir de estas metodologías, creo que tanto las propuestas humanistas como el aprendizaje cooperativo y los trabajos por proyectos resultan interesantes y útiles. Considero que la interacción y cooperación entre los alumnos, así como la idea de que éstos se deben sentir cómodos en clase son fundamentales. Siento ser tan pesada y apuntar siempre en esta dirección tanto en las otras entradas de este blog como en los comentarios que dejo en los foros, pero creo que estos métodos son de gran ayuda para las personas más bien tímidas.

En conclusión, pienso que algunos de los aspectos relevantes que deberían verse reflejados en la metodología son el papel del alumno en la clase, así como el tipo de ejercicios que se realizan que, en mi opinión, deberían ser reflejo de los objetivos tanto del profesor como de los alumnos. Sin embargo, estas ideas son demasiado generales, que deberían concretarse en cada caso, en cada clase y en cada grupo de alumnos, cada uno con sus especificidades.

Stay tuned!

diumenge, 18 de maig del 2008

Teorías lingüísticas y psicológicas

¡Hola y bienvenidos de nuevo!

Hoy en el blog de EL de Irene tendremos la ocasión de presentarles una nueva actualización llena de experiencias: teorías lingüísticas, psicológicas, experiencias en aprendizaje de lenguas y muchas más cosas... (Ahora Irene mira a su público con expresión desafiante) ¿Estáis preparados? ¡Pues empecemos!


Teorías lingüísticas y teorías psicológicas

Supongo que, a lo largo de mi experiencia como aprendiz de lenguas, he tenido profesores que seguían algunas de estas teorías, aunque debo admitir que tengo muy mala memoria, de manera que no recuerdo muy bien como fueron las clases de lengua durante la primaria.

Sí que recuerdo un poco mejor las clases del instituto, así que me centraré en ese período. Respecto a las clases de español y catalán, que eran muy similares (Profe de “caste”: bueno, esto lo habéis dado en clase de catalán, ¿no? Pues me lo salto jajajajaja; Alumnos: ¬¬), creo recordar que seguían más bien un método que mezclaba, por una parte, la gramática tradicional, necesaria para elaborar el análisis de oraciones, que constituía una parte importante de cada curso y, por otra parte, la lingüística textual o el análisis del discurso, puesto que cada año, las clases de castellano y catalán se dedicaban a analizar textos de diferentes géneros con el objetivo de descubrir su función, el uso de los mecanismos de coherencia y cohesión y, en última instancia, de ser capaces de elaborarlos nosotros mismos. Podría decirse que, detrás de este último tipo de ejercicios, se encuentra una teoría psicológica cognitivista. Asimismo, como podrán deducir todos aquellos que pasaron por el suplicio que era la selectividad, eran unas clases bastante enfocadas a enseñar a los alumnos a aprobar este examen.

Las clases de inglés y de francés, por el contrario, se basaban casi exclusivamente en una teoría lingüística estructuralista, pues las clases consistían en realizar ejercicios de repetir las estructuras que nos enseñaban o de rellenar huecos (y volvemos al mítico “¿present simple o presente continuos?”… no lo abandonemos, él nunca lo haría…), en repetir diálogos que escuchábamos en un cd (porque la tecnología ya había avanzado y con los libros ya no venía un “despreciable casete”, sino un… guauuuu, un cd… al que hacíamos caso durante la primera semana de clase, y después caía en el olvido por los siglos de los siglos), en hacer reformulación de frases, dialogar con el compañero con algún esquema tipo “Posez une question a votre copain/copine sur le dernier week-end” o… memorizar. Memorizar listas interminables de verbos regulares, irregulares, phrasal verbs, con auxiliar être o avoir, etc. etc. y más etc. Podría decirse que tras esta metodología se intuye una teoría psicológica conductista (que conduce al aburrimiento, claro jaja).

No puedo decir lo mismo de las clases de inglés que recibí en la academia, que a menudo seguían una teoría más bien generativista, en las que primaba la conversación oral y el uso de la lengua, relegando los ejercicios repetitivos a un segundo plano. La verdad es que se agradeció, porque si llegamos a tener que pasar por el present simple/present continuos otra vez, no hubiéramos respondido de nuestros actos…

Con más cariño recuerdo, al menos en lo que a utilidad se refiere (sobre todo si tenemos en cuenta que en el futuro deseo poder traducir… traducir bien, se entiende), algunas clases de lengua A y A2 que he recibido en la universidad, ya que han adoptado una teoría del lenguaje basada en la lingüística del texto y el análisis del discurso. Cuando pensé que ya conocía suficiente estas dos lenguas, voy y me encuentro con esto… toma del frasco carrasco (qué asc… no, esto no). Nunca pensé que pudiera aprenderse tanto sólo analizando mínimamente las críticas de la contra de la Vanguardia.

Por desgracia, no he tenido la oportunidad de experimentar una enseñanza completamente basada en un modelo psicológico humanista, aunque sí he tenido algún profesor que se ha guiado por sus principios, lo que se agradece enormemente, sobre todo si tenemos en cuenta que soy una persona más bien reservada que se lo piensa siempre dos veces (dos veces al cubo) antes de intervenir en clase. A pesar de que esta experiencia ha sido más bien breve, ha sido suficiente para causarme la impresión de que puede dar muy buenos resultados. Además, me parece muy interesante la concepción del aprendiz como protagonista de la clase y como persona que debe crearse una personalidad en L2.

Esto es, más o menos, todo lo que recuerdo, ¡espero no haberos aburrido demasiado! :P

“Stay tuned”, como diría Ulala, para los seguidores del videojuego o “No cambies de canal, mañana, mash”, como diría Will Smith, para el resto de lectores.

dimarts, 6 de maig del 2008

Luces, cámara y ¡acción!

Presentación

Hola y bienvenidos al blog de “Ensenyament de llengües” de Irene Guzmán (hasta aquí, información fácilmente deducible apartir del nombre de la página…).

Antes de nada, me gustaría empezar sincerándome, así que no esconderé que no me entusiasma la idea del blog, pero como en momentos como este el refranero español nunca nos abandona, aplicaremos la sabiduría popular: “al mal tiempo, buena cara”. Así pues, demos comienzo al blog y hablemos un poco de las expectativas sobre esta asignatura.


Expectativas

La verdad es que, antes de asistir a la primera clase de “Ensenyament de llengües” (EL en adelante) no me había dado tiempo a plantearme nada respecto a la asignatura. Sin embargo, reconozco que siempre es interesante e importante plantearse este tipo de cuestiones. Como ya he comentado en uno de los foros, mi caso es similar al de muchos compañeros y compañeras, puesto que ésta es una asignatura troncal de Lingüística y, por lo tanto, obligatoria. No obstante, esto no significa que no tenga interés alguno en ella. Si bien la enseñanza de lenguas no es mi pasión, se trata de una salida que tengo en cuenta de cara al futuro, pues nunca se sabe qué puede pasar (caso hipotético: ¿cómo, tan mal traduzco que vais a usar mi traducción como papel de váter? Pues ahora me enfado y no respiro… espera, yo también estudié para enseñar lenguas…). Además, después de haber tenido que hacer tantas asignaturas del ámbito computacional, se agradecen todas las oportunidades que se presenten de poder estudiar, trabajar y pensar sobre algo que no implique fórmulas matemáticas, operadores lógicos, “Prologs”, “Javas” y demás viejos conocidos.

Para ir acabando con las expectativas, sólo me falta decir que tengo la sensación de que EL será una asignatura divertida y que, al mismo tiempo, nos dará la oportunidad de conocer, por lo menos a grandes rasgos, la materia que nos ocupa, de manera que al finalizar el curso tendremos un visión general de lo que es la enseñanza de lenguas, cuales son sus métodos, sus dificultades, etc. Aunque las sesiones de grupo grande puedan llegar a ser aburridas, siempre es necesario un poco de rollo. Además, siempre nos quedarán los seminarios, que si bien todos preferiríamos un viaje a París, son lo más amenos posible y nos dan la oportunidad de participar activamente en clase.


Experiencia como aprendiz de lenguas

Respecto a la educación lingüística que recibí, fue mayoritariamente en español, mi lengua materna y en catalán. Más tarde, todavía en la primaria, aprendí inglés y después, ya en secundaria, también me apunté a francés, aunque no era una asignatura obligatoria.

Fuera del aula, he aprendido inglés en varias academias. Tengo el recuerdo de un año en el que sólo éramos tres alumnas, y mis dos compañeras faltaban a menudo, de manera que casi podría decirse que fue un año de clases particulares. Cuando estábamos las tres, el profesor explicabala gramática y hacíamos ejercicios, y cuando alguna de mis compañeras o yo estábamos solas, el profesor improvisaba una clase de conversación. Durante aquel año desarrollé bastante mi competencia comunicativa en inglés, y además recuerdo a aquel profesor como uno de los mejores que he tenido (aunque supongo que el hecho de que pasáramos horas hablando de videojuegos tiene algo que ver :P).

Por otro lado, tampoco puedo olvidar al peor profesor de lenguas que he tenido en mi vida, curiosamente también de inglés: durante toda la primaria tuve que rellenar, año tras año, las mismas fichas de vocabulario, rellenando los huecos con el nombre de la palabra que se mostraba en el dibujo y coloreando dicho dibujo… la originalidad, que brille por su ausencia.

Creo que para ser la primera entrada del blog, ya está bien, así que por ahora cierro el tema. Espero no haber aburrido demasiado al “público”, así que se aceptan sugerencias para futuras entradas.

Volveré… (BSO: Terminator)