El camino ha sido largo, pero por fin hemos llegado a la última tarea de esta asignatura. Así pues, demos comienzo al capítulo de hoy: “Irene y la tasca final” (así suena a título de peli de Indiana Jones para los clásicos, y de Harry Potter para los no tan clásicos).
El aprendizaje en línea es una posibilidad, que si bien me resulta tanto interesante como atractiva, no puedo decir que haya experimentado muy a menudo. Por desgracia, tengo la impresión de que la mayoría de profesores que he tenido aún no contemplaban estos recursos como algo útil, o incluso recomendable, en la enseñanza de lenguas. Parece que más bien tenían la idea de que se trataba de una diversión, eso sí, muy útil como “recompensa”. Por ejemplo (y aunque esto suene a que escojo un ejemplo de entre las muchas experiencias que tengo, en realidad me tengo que ceñir a la única que tengo), recuerdo que la profesora de francés nos llevaba 4 o 5 veces al trimestre a una aula de informática (en realidad, la única que había en todo el edificio) y nos dejaba “jugar” a aprender francés en línea, para compensarnos por las largas horas de métodos tradicionales con las que nos atormentaba normalmente… evidentemente, estoy exagerando.
Durante esas sesiones realizábamos diferentes tipos de ejercicios: “cartearnos versión moderna” (léase “enviarnos mails”); chatear, todo un avance tecnológico en aquella época; y, finalmente, ejercicios a base de juegos en línea que ofrecía una web dedicada a elaborar este tipo de materiales, aunque no los recuerdo muy bien. Por lo tanto, podría afirmar que traté géneros electrónicos sincrónicos, como el chat y géneros asincrónicos, como el envío de correos electrónicos a otros aprendices de francés de diferentes países.
Esta experiencia, breve pero intensa, ha sido suficiente para percatarme de alguna ventaja y alguna desventaja de esta propuesta de aprendizaje de lenguas. Si miramos el lado negativo, vemos que este tipo de ejercicios hacen que el alumno desaproveche las oportunidades que se derivan de estar en una clase con un profesor y unos compañeros con los que interactuar, factor que considero muy importante, especialmente cuando hablamos de niños. No obstante, este tipo de ejercicios también presenta ciertas ventajas: si bien el alumno interactúa menos con las personas que le rodean, se le da la oportunidad de interactuar con personas que pueden encontrarse en la otra punta del mundo. Además, estos recursos representan toda una serie de oportunidades para personas con ciertos tipos de discapacidades o, por ejemplo, aquellas que, por el motivo que sea, no puedan asistir físicamente a una clase convencional.
Para ir acabando y, dicho sea de paso, para sacar a relucir mi vena friki, no puedo dejar de mencionar los últimos intentos, desesperados según mi opinión, pero ese ya es otro tema (un tema apasionante, por cierto, pero eso vuelve a ser otro tema), de la industria del videojuego por acercar este medio y la enseñanza de lenguas mediante la creación de juegos como Passport, de PSP o English Training de DS.
No me gustaría acabar esta entrada sin antes comentar que considero el aprendizaje de lenguas en línea un método interesante y con muchas posibilidades. Sin embargo, no apoyo que sean los únicos recursos que se empleen durante todo un curso, sino que considero más oportuno que se combinen con otros más tradicionales, de manera que no se desaprovechen las oportunidades que ambos ofrecen.
Creo que con esto ya puedo dar por finalizada mi labor en este blog, una tarea que me ha llevado por el camino de la amargura a veces, pero que también me ha dado la oportunidad de expresarme sabiendo que alguien me va a leer, aunque sea por obligación :p jeje. Siento no poder afirmar que haya sido mi experiencia favorita, y los compañeros que se hayan visto que les faltaban por lo menos 24 horas más al día me comprenderán, pero tampoco puedo decir que haya sido horrible. Simplemente, me hubiera gustado poder disfrutar un poco más de la actividad, que me ha parecido original y divertida, aunque para ello hubiera necesitado o bien dejar de dormir para tener más tiempo, o bien tener menos trabajo en general, ambas soluciones imposibles, lo prometo.
Y con esto y un bizcocho... ¡hasta pronto! :P